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    Entrevista a María Angélica Arcos, directora de "La Remolienda" Noticias jueves 7 de Enero de 2016

    “La Remolienda es una historia de amor, eso la hace trascender en el tiempo”

    Durante un año interpretó a Rebeca, la dueña de la casa de remolienda de ésta obra clásica del teatro chileno, cuando integraba el Teatro Itinerante del Ministerio de Educación y al cual perteneció durante seis años desde 1984.

    MA ANGELICA

    En 2015, La Remolienda nuevamente llegó a sus manos, esta vez para dirigir a un elenco compuesto por jóvenes actores de Valparaíso quienes se presentan este viernes 8 y sábado 9  de enero a las 19:00 hora se presenta en Sala Upla.

    Esta obra nos muestra a una familia campesina, compuesta por Doña Nicolasa, mujer viuda y sus tres hijos, quienes viven en un sector cordillerano sin acceso a ningún avance tecnológico. Con el objetivo de que sus tres hijos conozcan el pueblo y sus adelantos, Doña Nicolasa decide hacer un viaje desde un apartado sector de Lonquimay en la novena región hacia Curanilape. Por error, en mitad del camino llegan a una singular casa, en donde conocen a tres lindas jóvenes y la llamativa “Tía Rebeca”.

    “Es un clásico que permanece en el tiempo intacto. Es que la dramaturgia de Alejandro es muy buena. Cada vez que leo esta obra pienso para que esto sea malo, tiene que ser gente muy mala la que esté en el escenario, es lo que uno llama sandía calá, no falla La Remolienda”.

    Así describe María Angélica Arcos directora de esta nueva versión del texto escrito por Alejandro Sieveking, estrenada en 1965 y desde esa fecha, junto con La Pérgola de las flores de Isidora Aguirre, es la obra que más montajes profesionales y aficionados ha tenido en nuestro país, incluso con una versión en el cine.

    “La primera vez que hice La Remolienda interpreté a Isaura, una de las niñas de la casa de remolienda, en el Teatro de la Universidad de Chile de Valparaíso, estaba recién salida de la escuela y la dirigió Arnaldo Berrios”.

    Luego en 1986, formó parte del elenco del Teatro Itinerante del Ministerio de Educación, creado en 1977. “Comenzábamos a ensayar en febrero y las obras itineraban durante todo el año des- de Arica a Punta Arenas. Yo te diría que por esos años era lo único bueno del Gobierno de Pinochet, yo creo que él no sabía de qué se trataba”, cuenta entre risas María Angélica Arcos.

    Fue por esos años que Alejandro Sieveking vuelve a Chile desde Costa Rica, país que lo recibe junto a su esposa, la actriz Bélgica Castro, luego del Golpe de Estado de 1973. En 1987 se une al Teatro Itinerante para dirigir Bodas de Sangre  y al año siguiente nuevamente lleva a escena La Remolienda.

    “En ese momento comencé a hacer a la Rebeca, la dueña de la casa de Remolienda, y Bélgica Castro como Nicolasa, la madre de los jóvenes campesinos”, recuerda María Angélica.

    la remolienda

    La primera vez que se montó La Remolienda la dirigió Víctor Jara y con Alejandro (Sieveking) eran absoluta- mente amigos y una dupla creativa inseparable desde que estudiaban en la universidad. “Uno escribía las obras, el otro las montaba y dirigía en los festivales de teatro de la Escuela que se los ganaban todos”, recuerda María Angélica.

    “Cuando Alejandro remonta La Remolienda para el Teatro Itinerante, en 1988, cuando toda creación de Víctor Jara estaba completamente prohibida, decide dirigir de la misma manera que lo hizo Víctor la primera vez, incluye con el mismo saludo que hacía Víctor, una especie de coreografía, aunque eso lo sabíamos sólo nosotros el público no. Lo que no hace es utilizar la música que había compuesto Víctor para esta obra, yo creo, porque el Teatro Itinerante era del Ministerio de Educación, pero luego cuando la montamos en 1990 fue con la música de Víctor”.

     ¿Por qué crees que es una obra que tiene tanto éxito?

     La Remolienda es una historia de amor, eso es lo que la hace trascender en el tiempo. El amor puro e inocente de sus personajes, ese amor que todos buscamos en la vida.

     ¿Cómo fue su experiencia de trabajar con Alejandro Sieveking y Belgica Castro?

    Bueno, eso fue un cuento aparte, maravilloso. Yo quise estudiar teatro siempre, y en Valparaíso no había mucha posibilidad de ver teatro, pero un día vi a la Bélgica Castro, ella me provocó algo muy especial y me enamoré del teatro.

    Se montaban dos obras al año, durante febrero comenzaban los ensayos y en marzo comenzaba la gira por todo el país. Había un profesionalismo increíble, la misma escenografía que montábamos en Santiago era la que se instalaba en los distintos escenarios a los que íbamos, en Puerto Cisne por ejemplo, nosotros llevamos teatro a la carretera Austral cuando ésta era una huella de tierra y llegar a los gimnasios era una travesía.

    ¿Por qué decide montar después de tanto tiempo La Remolienda?

    Esta idea nace porque Valentina Fuentes reunió a la gente y me invita a dirigir. Para mí fue una linda experiencia, no sé si para el elenco, porque el texto me lo sé de memoria, por lo tanto no se me escapaba ni un error (risas) además es tan buena la dramaturgia que es como musical, te equivocas en una palabra (…) es que con esta obra Alejandro (Sieveking) se lució…yo aún espero el Premio Nacional para él.

     ¿Por eso decides hacer la versión original, sin modificar el texto?

    En el fondo yo lo que hago es dirigir como lo hizo Sieveking cuando yo interpretaba a la Rebeca, así como él dirigió como lo hizo Víctor Jara. Desgraciadamente se tiende a ponerle garabatos creo que tiene dos y la obra no necesita más pues se sostiene sola.

    ¿Cómo fue dirigir a actores tan jóvenes?

    Eso es curioso, pensé que sería complicado pero no, fueron muy respetuosos y me sorprendió el resultado y su compromiso.