“Siempre voy a promover para que las mujeres y disidencias estén en lugares seguros y se defiendan de sus agresores”
“De cuando Clitemnestra lloró y a nadie le importó” es una tragedia escrita y dirigida por la actriz y dramaturga Carina Aspillaga Bórquez quien reivindica el personaje de la reina de Argos de la obra La Orestiada de Esquilo y además busca festejar junto al público el haberse defendido de su agresor.
Este viernes 19 y hasta el 21 de agosto se estrena esta obra que cuenta con un elenco de 11 actores y actrices además de contar con un Dj de la escena electrónica regional distintx por día para musicalizar la puesta en escena y según promete, desencadenará una fiesta final en cada función. Las funciones están programadas el viernes y sábado a las 19 horas y el domingo a las 18 horas.
Escena Trvgica es un proyecto creado este año por la investigadora, dramaturga, directora y actriz Carina Aspillaga Bórquez, quien a principios de este año convocó a un amplio equipo de profesionales del área de las artes escénicas, del audiovisual y la música electrónica para generar puestas en escena con perspectiva de género.
“De cuando Clitemnestra lloró y a nadie le importó” es la primera puesta en escena de este colectivo donde revisitan el clásico griego La Orestiada de Esquilo, obra que fue representada hace más de tres mil años y debido a desarrollo técnico, dramático y movimiento escénico es la más compleja de las tragedias griegas y a la cual muchos definen como la más perfecta.
Pero más allá de lo que digan los sabios, este texto captó la atención de Carina hace más de 10 años, cuando siendo estudiante de teatro debió ser parte del elenco que la representaba para una de las asignaturas de actuación de la carrera de teatro de la Universidad de Playa Ancha.
Luego de egresar desarrolló estudios de género, un diplomado de dramaturgia, impartió clases de defensa personal y autocuidado para mujeres y también fundó la compañía La Washa , desde donde escribió y dirigió montajes con temáticas relacionadas con ser mujer y madre en una sociedad patriarcal.
Todo eso en 10 años, hasta que logra llevar a escena “De cuando Clitemnestra lloró y a nadie le importó” donde centra la mirada en el personaje que históricamente ha sido abordado desde una perspectiva masculina, y se pregunta “¿Qué mensaje puede darnos Clitemnestra a las mujeres hoy? ¿Qué pensarían las madres que han perdido a sus hijos e hijas en situaciones violentas durante la historia -detenidos desaparecidos, femicidios, guerras- de Clitemnestra? ¿Acaso la condenarían? como motor de su escritura y de esta puesta en escena.
¿Cuándo comienzas a cuestionar el lugar que se le da a Clitemnestra en La Oriestada?
Cuando estaba en tercer año de la carrera de teatro en tragedia hicimos La Orestiada, completa, (…)siempre me quedé con una sensación de que había algo más para hacer. con el personaje de Clitemnestra en Agamenón, me gustaba mucho esa figura. Después en el verano de ese mismo año llegó a mi un libro de Pablo Lafargue, que se llama “El matriarcado”, que habla de la familia y de cómo se organizaba de forma más clánica, donde no estaba la imagen predominante del padre y la figura materna era el hilo conductor de la herencia, con un linaje matrifocal. Pero esto termina por la aparición de un clan de hombres que invade la península Ibérica, por lo tanto él plantea que la Orestiada es precisamente una obra de teatro que pone en escena ese momento donde la perspectiva ante la vida, la organización , la justicia y la política cambia desde lo matriarcal a lo patriarcal.
Tras esa lectura me obsesioné por este personaje y coincidió con mi activación en organizaciones feministas por lo tanto entendí muchas cosas relacionadas con la política, la economía que devela el feminismo y lo crucé con la vida y tragedia de Clitemnestra.
Has dedicado tu dramaturgia a temas de género poniendo sobre escena temáticas relacionadas principalmente a la maternidad, y por otro lado también has desarrollado talleres de autodefensa feminista, ¿cómo se fusionan esas dos áreas en tu quehacer?
Cuando asesinan a la hija de la Reina, ella se venga y se defiende de quien fue su agresor. Ahí está la maternidad junto con el tema la autodefensa. Siempre digo lo mimo, ella (Clitemnestra) se defiende de acuerdo a lo cánones del tiempo (…) si lo relaciono con nuestro tiempo, en todas las situaciones de violencia de género: feminicidios, trata de blancas, desaparición forzada, donde las mujeres, infancias y disidencias nos vemos sumamente afectadas son las madres las que históricamente encabezan la búsqueda de justicia y reparación. Finalmente cuestiono el ejercicio de la violencia y en este caso pongo nuevamente a la mujer madre como una figura que se defiende como puede frente a la violencia institucional, que es una violencia que se instaló hace más de 3.000 años , cuando un grupo clánico decide un nuevo ordenamiento de la sociedad. Mi afición por poner en escena y tensión la maternidad; el feminismo y los estudios de género y por supuesto es la autodefensa que siempre voy a promover para que las mujeres y disidencias estén en lugares seguros y se defiendan de sus agresores de acuerdo al contexto, obviamente no voy a promover que maten a su agresor a hachazo limpio (risas) pero si defenderse de sus agresores.
¿De donde viene la idea de la fiesta y la celebración que incorporas para culminar esta puesta en escena?
Creo todos los autores escriben desde lo que les pasa, es el lugar más genuino para crear ficciones o relatos testimoniales que después ponemos en escena y aunque esta es una ficción, evidentemente la dramaturgia está cruzada por mi experiencia personal. El año pasado viví una situación de salud muy dura que me tuvo postrada cerca de cuatro meses en la casa de mi mamá. Cuando me recuperé, llegué a la música electrónica donde encontré un lugar donde pude volver a moverme libremente, era la antítesis de lo que me había pasado cuatro meses antes. No era bachata, no era salsa donde bailas con otro, era la música electrónica donde la libertad de movimiento, incluso individual, es lo más importante y eso me conectó con muchas partes internas de mi. Esos espacios de baile también me hicieron conectar con esta obra, que ya había comenzado a escribir en el diplomado de dramaturgia; entonces mi experiencia personal me llevó a pensar que era necesario celebrar a esta mujer que se defendía, así como yo había salido de un estado de salud tan complicado y darme los permisos para moverme con total libertad; y agradezco esos espacios porque muchas veces después de las fiestas llegaba a escribir lo cual fue muy inspirador.
Presentas esta obra como un montaje multidisciplinar ¿quiénes y cómo aportan a la puesta en escena?
He invitado a creadores de otras áreas no sólo de las artes escénicas como son Kaya Lab y Jenny Pino, sino también audiovisualitas y Djs ( Vian, que crean a partir de la obra para nutrir este trabajo, no son prestadores de servicio o por encargo. Pero al mismo tiempo ha sido súper interesante trabajar con las compañeras de KAYA quienes tienen una investigación vocal que yo admiro mucho y quería trabajar con ellas hace mucho tiempo. (…) si bien yo realizo la dirección general, también hay mini direcciones dentro del espacio; y por otro lado poder contar con Jenny Pino (Inusual, mundo autista) que no es solo una maestra a nivel corporal sino que también su experiencia, su escucha y sus aportes han sido muy decisivos en la obra y también desde el cuerpo, cómo encontrar el personaje ha sido muy generosa en ese sentido. También su aporte ha sido personal porque me otorgó mucha seguridad, yo fui su alumna y su ramo me costaba mucho pero al convocarla y al re encontrarnos se generó un espacio de confianza y de trabajo profesional desde un lugar colectivo donde todos tienen mucho que aportar al trabajo; y ella de cierta manera me interpeló para que fuera la directora que siempre he querido ser
Crees que las obras con temáticas de género siguen siendo de nicho, sólo mujeres, o ya existe una mayor apertura de un público más amplio , o crees que nunca fue así.
Creo que la discusión que se genera en torno a la perspectiva de genero se comprende más como algo transversal y no sólo que interpela a las mujeres y mujeres feministas además porque en un principio cuando comenzamos a trabajar con La Washa nos iban a ver sólo mujeres ni siquiera nuestros colegas pero eso poco a poco se ha ido abriendo.