- La artista radicada en Francia presentará la obra LAZO, el próximo sábado 8 y domingo 9 de abril en Sala UPLA.
Bailarina, coreógrafa y cineasta de origen italiano con una dilatada trayectoria en Europa, marcada por su participación en la compañía francesa de butoh Ariadone de Carlota Ikeda , Emanuela Nelli presenta en Chile una creación en donde confluyen danza, grabado y el canto de la artista visual Carmen Aramayo.
No es la primera vez que Emanuela se vincula creativamente con Chile, y menos con Playa Ancha. Fue en ese cerro donde filmó el documental “Las piedras no se mueven solas”(2009) sobre víctimas de la dictadura militar.
“Lazo” es el trabajo que trae nuevamente a esta artista a territorio nacional con el cual tiene una relación de afectos y creación de más de una decada.
“Mi relación con Chile empieza desde muy pequeña. En los 70 y 80 muchos refugiados chilenos vivían en exilio en Italia y mi casa fue uno de los tantos lugares de acogida. Mi primer viaje a Chile fue por el Festival Santiago a Mil en el 2004 con la obra de teatro «El Montón»(“Le Tas”) de Pierre Meunier”, cuenta Emanuela desde Francia, país donde reside.
En 2006 se instaló con un grupo de artistas franceses para concretar su obra “Ultimo Round”. Junto al músico y compositor Alain Mahé, el actor Jean Louis Coulloc’h , el dibujante Vincent Fortemps, François Virolle (iluminador), Jean François Pauvros (guitarrista) se acuartelaron en el Barrio Puerto, siendo su centro de operaciones y creación la sobreviviente Sala Pascal, frente a la Iglesia Matriz.
“Ultimo Round’ tenía como subtitulo Contra la inmensa desbandada del mundo», poema de Juan Gelman que encontramos en el libro de John Berger «Historia de un Bolsillo»- bolsillo entendido como un lugar de resistencia”
Este trabajo era una especie de respuesta artística a una serie de movimientos revolucionarios que sucedieron en barrios populares de Francia durante el 2005 . “Con nuestra llegada a Chile todo el grupo intentó buscar una forma poética para dejar surgir los movimientos y organizaciones invisibles de resistencia. Intentamos de crear puentes efímeros entre Chile y Francia, una especia de espejo de una sociedad revolucionaria de un lado y de opresión neoliberal del otro”, explica Emanuella.
“Lazo” es el trabajo que trae nuevamente a esta artista a territorio nacional con el cual tiene una relación de afectos y creación de más de una década.
¿Cuándo comienzas a trabajar en este proyecto con Carmen Aramayo. Que es lo que relata este trabajo, que mezcla diversos lenguajes, en este caso danza y grabados.
Nos conocimos con Carmen hace muchos años y tenemos una amistad distante, viviendo en países lejanos, pero con una cercana visión creativa de nuestro entorno. “Lazo” empezó un año atrás cuando reflexionaba sobre el tema «La imagen no es inocente», en un tiempo en el cual la imagen domina extremamente la vida de los hombres.
Puedo decir simplemente que cuando vi el grabado del Toro de Carmen Aramayo -grabado que es a la base dramatúrgica de Lazo- vi una danza y eso probablemente porque el grabado parece surgir de la naturaleza. Surge de la voz de su canto que es una baguala, una copla de los valles Calchaquís.
¿Qué elementos de la realidad son el punto de partida para tu trabajo creativo, existe algún elemento de conexión común entre Silaya por ejemplo que nace del contacto con tejedoras de los barrios marginales de marruecos, y Lazo basado en la cultura Diaguita?
-Silaya y Lazo tienen en común una relación con el origen, con la cultura originaria y autóctona. Ambas nacieron después de un encuentro humano y poético, un encuentro entre dos mundos, entre personas de cultura profundamente distintas que tienen algo a compartir y a crear juntas. En este nuevo trabajo nace un lazo entre, de un lado la cultura Diaguita, sus cantos y la increíble fuerza de los trazos de Carmen Aramayo y del otro la danza. Pienso efectivamente que la danza puede intentar cruzar el tiempo y relacionar las culturas, hacer resurgir aquel elemento originario, probablemente porque el cuerpo es un medio muy antiguo.
Trabajaste en la compañía Ariadone Company, durante 10 años cuanto de esa experiencia sumas a tus propios trabajos.
–El trabajo con Carlotta Ikeda y Ko Murobushi hizo crecer mi confianza en la libertad de visiones y en las posibilidades de hacerlas vivir a través del cuerpo. Una confianza en las infinitas danzas posibles para los seres humanos.
En cuanto a tu trabajo audiovisual ¿Cuándo comienza y cuál es el hecho que motiva la filmación de La piedras no se mueven solas?
–Mi trabajo como cineasta empieza con una pasión por la fuerza que tiene la edición de imágenes en su permanente posibilidad de invención, y de intentar de abrir nuestro «ver» (que no es simplemente relacionado a la visión de los ojos).
«Las piedras no se mueven solas» nació cuando vivía en la casa de Monique Markowicz arriba del barrio puerto. Fue una propuesta de Mauricio Araya de rescatar la memoria de las personas que en Playa Ancha, anónimamente, fueron los protagonistas de una rebelión fuerte que decidió y actuó contra a la opresión de la dictadura en Chile.
“Lazo” se presentará en Sala Upla el sábado 8 de abril a las 20:00 horas y domingo 9 a las 19:00 horas, el valor de las entradas es de $3.000 general y $2.000 estudiantes y tercera edad. El domingo todos pagan $2.000. Puedes hacer reservas en www.salateatroupla.cl