Este trabajo audiovisual se presentará hoy viernes 29 de mayo en Sala Upla a las 19:00 horas
“Creo que el callejero está más cerca de la luz. Entonces, volver a hacer teatro callejero es retomar un camino diáfano”. Con esa frase Andrés Pérez, fundador del Gran Circo Teatro explicaba en en junio de 2000 una entrevista en un diario de circulación nacional, lo que significaba para él volver al teatro de calle, con su versión de El Principito del escrito francés Antoine de Saint Exupery.
Para Martín Farías, profesor y musicólogo, esta frase del actor y director calzaba perfecto con su investigación en torno al teatro callejero, y por lo tanto de ella extrajo el título para su documental “Más cerca de la luz” estrenado durante el 2014 en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
“Más Cerca de la Luz: Teatro Callejero en Santiago de Chile” es un documental que indaga en torno al desarrollo del teatro callejero, desde las primeras manifestaciones a principios de la década de 1980 hasta la actualidad.
A principios de los 80 en plena dictadura diferentes grupos comenzaron a llevar el teatro a las calles de la capital. Refundaron una tradición de intervención del espacio público que se había perdido durante los primeros años de la dictadura y establecieron las bases para una actividad escénica en las calles de la ciudad que se mantiene hasta el día de hoy. El documental realiza un recorrido por estos más de treinta años del quehacer callejero estableciendo temáticas comunes en torno a las cuales 12 entrevistados comentan sus experiencias.
“Más cerca de la Luz” no es el primer acercamiento de Martín Farías al teatro. Ha desarrollado dos investigaciones enfocadas en la música para teatro. Publicó dos libros sobre el tema en 2012 y 2014; el primero de ellos se titula “Reconstruyendo el sonido de la escena: músicos de teatro en Chile 1947-1987”, y el segundo “Encantador de Serpientes: músicos de teatro en Chile 1988-2011”, a los cuales se suma la creación del sitio web www.musicateatral.cl que funciona como un archivo digital donde se pueden escuchar gratuitamente grabaciones de música de teatro desde los años 50 hasta la actualidad.
De dónde viene tu interés por investigar el teatro en sus distintas aristas
Empecé a interesar por el teatro hace ya hartos años cuando comencé a trabajar como músico en algunos montajes. Yo estudiaba música y acercarme al teatro fue todo un descubrimiento. Luego, a poco andar me fui dando cuenta que no había estudios o investigaciones acerca de la música en el teatro. Ahí decidí empezar a trabajar en el tema no sólo desde la perspectiva práctica de seguir componiendo música para obras, sino intentar también indagar en el tema.
En el camino de esas investigaciones sobre música de teatro empecé a notar que había muchas personas tanto actores, directores y músicos , vinculadas al teatro callejero pero por otro lado los estudios sobre teatro chileno no han considerado mayormente este tipo de teatro. Así fue que decidimos con un pequeño equipo realizar un estudio sobre el teatro callejero y plantear el resultado como un documental o material audiovisual en el que pudiéramos ver tanto los testimonios de las personas a las que entrevistamos como los materiales de archivo fotográfico y audiovisual que pudimos recabar.
Desde los 80 hasta la actualidad ¿cuánto ha cambiado el teatro callejero?
Yo tengo mis dudas sobre si hay cambios profundos desde esos años hasta ahora en cuanto a forma. Las experiencias siempre han sido muy diversas. Desde el actor que se para en la calle solo a presentar un pequeño espectáculo hasta intervenciones grandes del espacio público. Los lenguajes han sido también muy novedosos, y los contenidos siempre han estado ligados en alguna medida a lo social, a lo político, a proponer temas y reflexiones. Lo que creo que ha cambiado más ha sido el contexto en el que se presentan los trabajos. A comienzos de la década del 80 cuando partieron algunos de nuestros entrevistados, el riesgo era tremendo. Salir a la calle significaba un peligro grande pues la represión de la dictadura era muy fuerte. Además que los contenidos de las obras que se presentaban en general apuntaban a cuestiones de orden social, político. Críticas duras, denuncia. Esas circunstancias también condicionaban las cosas que se hacían. No se podía ser muy directo en los contenidos, las obras tenían que ser cortas algunas veces para evitar ser detenidos. Hoy en día hay un grado mayor de apertura que permite que las compañías puedan intervenir el espacio público sin riesgos tan grandes como los mencionados, aunque eso no significa que los teatristas callejeros tengan toda la libertad y el apoyo que deberían.
¿Por qué crees que es necesario relevar este tipo de teatro?
Me parece importante relevar no solo el teatro callejero, sino el teatro en general. Creo que, a diferencia de otras artes, el teatro requiere de la presencia física tanto de los actores como de los espectadores, lo que se produce en ese encuentro es algo irrepetible, es muy mágico. En otras disciplinas no funciona tan así y pienso que esa particularidad del teatro es lo que muchas veces juega en contra de su valoración. Porque no es mediático como la música por ejemplo, no se puede reproducir y multicopiar como los discos, los libros, las pinturas, las películas. Hay que estar ahí y vivirlo. Y en particular el teatro callejero es un tipo de manifestación que me parece necesario relevar porque es una expresión que va al público directamente. No hay intermediarios, no hay sala, no hay toda la parafernalia que muchas veces opera en el teatro de sala. Tanto los espectadores como los actores deciden intervenir el espacio público y hacen que la calle se transforme por algunos minutos en un espacio común, de encuentro, de alegría. Creo que eso es maravilloso.