- Con creación dirigida por Stefany Duarte UPLA celebra 20 años de su Carrera de Teatro
- Las funciones están programadas para los días viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de noviembre a las 20:30 horas en Sala de Arte Escénico UPLA.
La actriz, dramaturga y directora teatral Stefany Duarte es una de las artistas de la región más reconocida por sus propuestas que se instalan en los márgenes desarrollando el concepto de sitio específico y uso de espacios no convencionales para desarrollar a través de las artes escénicas un permanente cuestionamiento del sistema socio político y de los efectos del neoliberalismo en la cultura.
“Ebullición” es su próximo estreno, una coproducción del Laboratorio de Creación Teatral, la Sala de Arte Escénico y la Carrera de Teatro UPLA, con motivo del aniversario número 20 de esta escuela de teatro, donde además convocó a actores y artistas formados en nuestra Universidad como Daniela Alcaide, Camila Alarcón, Juan Sánchez, Alexander Castillo, Dominique Aravena y. Claudio Díaz,
Duarte nos cuenta que Ebullición “nace como una idea partir de la actual crisis ambiental y social que vivimos. Es una analogía de cómo está nuestro planeta, en ebullición constate: con los movimientos sociales, nuestros corazones, la masa , la guerra. Es una instalación escénica que invita al espectador a interlocutar con esta obra, a cuestionar los sistemas de producción capitalista que tienen sobre la materia prima de nuestro territorio”.
Los conceptos de ecocidio, devastación, neoliberalismo, necro política dan el sustento teórico pero aclara que “no será una puesta literal de estas ideas, sino que la imagen y la instalación serán las que van a abstraer y sintetizarlas en la escena”.
Trabajos como “Las Tra(j)edias se las dejamos a Shakespeare” y “Salvador no salvó a nadie” junto a la compañía Familia Repudio nos presentó a Duarte como directora y dramaturga, en Valparaíso. Con el tiempo orienta su trabajo en la instalación y performance.
En 2015 funda el Laboratorio de Creación Teatral, instancia interdisciplinar que profundiza en la exploración de paisajes en ruinas y territorios en conflicto, con el que participó del Programa de Ocupación Escénica en Espacios Abandonados de la Red de Teatro para el Fin del Mundo (México), y en la exhibición de escenografías y arquitecturas teatrales en la Cuadrienal de Praga 2019. Brote y Techo han sido parte de las instalaciones que han intervenido la ciudad de Valparaíso. La primera consistió en la instalación de un invernadero que indagaba memorias botánicas y eco-feminismos.
¿Cuándo decides y por qué, hacer este giro hacia la instalación y la performance de tus creaciones?
Este año cumplo 12 años dirigiendo, y mis trabajos se basan en las crisis sociales y como eso nos afecta emocional y espiritualmente. Después de dirigir “Salvador no salvó a nadie”. Comienzo a dejar de lado la representación de personajes y busco la escenificación de contextos para llegar a un arte más contextual y con estéticas más relacionales y que la gente pueda romper esa frontera que genera la ficción y ser más parte. (…) Siento que es una alteridad que hace relación a lo que pasa, existe un problema social común entonces las obras de eso se tratan. De retratar el contexto común, más que la singularidad.
¿De qué manera los lugares abandonados van modelando tu trabajo?
Eso lo he ido trabajando desde que inicié mi trabajo como directora, ensayabamos en el Liceo Eduardo de La Barra, en toma. Creo que eso no ha cambiado…
¿Por qué te gusta trabajar en espacios poco convencionales?
Tiene que ver mucho con mi cultura porque crecí habitando espacios abandonados y ocupaciones. Estudié en una escuela de teatro (UPLA) que no tenía teatro en ese momento y nuestras clases eran en la ex cárcel, en la playa, o en un lugar abandonado. Vivo en una ciudad que se levanta ante la ruina entonces son espacios que para mí y para el equipo son seductores y trabajamos levantando espacios escénicos y metodologías que hemos ido trabajando, como la del cuerpo arqueológico, donde un cuerpo comienza a investigar a partir desde una experiencia empírica y desde ahí comienza a recuperar memorias personales , creativas y contextuales.
Pero hoy te invitan a dirigir un montaje para celebrar los 20 años de la carrera ¿cómo recibes esa invitación?
Personalmente, es súper bonito. Yo entré a estudiar estando embarazada por lo tanto para mi fue todo un desafío, porque fue compatibilizar la vida de una adolescente estudiante de teatro y maternidad, incluso pensando que tal vez no iba a lograr terminar la carrera. Entonces que me inviten hoy a dirigir es muy emocionante porque además mi hijo también participará como parte del equipo. Y convocar a mis ex compañeros y gente que se formó en la escuela para ser parte de este trabajo es súper emocionante, porque es un equipo que tiene un cariño gigante por la escuela.
¿Quienes conforman LAB y cuáles son los elementos que unen a los artistas que van colaborando con tus creaciones?
El LAB no es una compañía, es una cooperativa de artistas y orgánicamente hay personas que continúan y es inherente y es así, como Camila Alarcón, Nicolás Eyzaguirre, Kevin Morrizur; Eduardo Hinojosa o personas que han ido participando en el laboratorio y se hacen parte. Cada obra tiene sus propias necesidades y de acuerdo a ellas llamamos a artistas para participar; aunque en el ultimo tiempo hemos ido conformado un equipo estable pero siempre está la posibilidad de invitar a más gente. Por ejemplo ahora estamos trabajando el tema medioambiental y social van a venir colectivos ambientalistas que van a aportar con la base teórica y sistematizar la información , esa es la lógica de este proyecto.
Si quieres asistir a las funciones, ingresa a este link y completa el formulario: https://forms.gle/8tNpj4sUioQnh8JUA